Hoy, 1° de mayo, los trabajadores tienen su día.
Desde 1889 se celebra en muchos países el Día Internacional del Trabajo. Se eligió la fecha en homenaje a los obreros que murieron por haber participado en una huelga, que se inició el primero de mayo de 1886 en Chicago, para conseguir jornadas de ocho horas laborales (día conmemorativo de aquellos “Mártires de Chicago”).
Desde entonces se ha progresado mucho en la legislación laboral. Sin embargo, aún es alto el nivel de subempleados y desempleados.
Garantizar el ejercicio del derecho al trabajo es un gran reto para los estados y para la sociedad misma, pues no se trata solamente de la oportunidad de obtener recursos que permitan subsistir, sino de participar activamente en la vida colectiva y contribuir a construir el mundo en que vivimos. Es pues una cuestión de realización plena de la condición humana que, en justicia, no debe ser negada a persona alguna.
La cita anual llega en un momento muy delicado no sólo para nuestro país sino para el universo todo. Una pandemia que obliga al mundo a adoptar medidas excepcionales para prevenir el contagio de un virus para el que aún no existe cura y que ha cambiado nuestras vidas de un modo inesperado. Se vive hoy una situación que nunca hubiéramos podido imaginar. No hay certeza de cuánto falta para que las cosas comiencen a volver a la normalidad.
Sepan nuestros socios, allegados y amigos que la SGU está a su lado para juntos, atravesar estos tiempos de crisis e incertidumbre y colaborar en pro de mejorar la salud de nuestra gente y lograr que las personas gocen de esa “posesión” que es universalmente valorada por sobre todas las demás.
En este Primero de Mayo reciban los trabajadores del campo y la ciudad, manuales e intelectuales, formales e informales, empleados, subempleados o desempleados nuestro saludo fraterno y deseos de unión, salud y prosperidad.
